lunes, 16 de mayo de 2016

UNCHARTED 4: EL DESENLACE DEL LADRÓN

UNCHARTED 4: EL DESENLACE DEL LADRÓN

Naugthy Dog evoluciona la franquicia hasta el punto perfecto de maduración
Si tuviéramos que elegir una palabra para definir la tarea que se proponía el equipo de desarrollo Naughty Dog con ‘Uncharted 4’, esta sería: Responsabilidad; después de todo, es la obra más esperada de un estudio acostumbrado a reconquistar la industria cuando estableció un hito de calidad dentro del género de las aventuras en PlayStation 3 con la franquicia del cazatesoros y luego incluso se atrevió y nos presentó lo que más tarde pasaría a llamarse “fenómeno The Last of Us”. Si lo anterior no parece suficiente, el juego se vende como un probable fin de la saga protagonizada por el carismático Nathan Drake, que no es poca cosa.
El final de un ladrón
Desde 2007, ‘Uncharted’ ha evolucionado. Entre muchas otras características ha aprendido a valorar a los villanos, a preocuparse por el pasado del protagonista y a no ponerse metas a la hora de crear un grandioso escenario o dar espectáculo en una escena de persecución implacable. Aunque sería contraproducente revelar detalles de la historia, el grueso del argumento ya es de sobra conocido para los millones de seguidores que no han dejado de seguir cualquier evolución en el desarrollo del juego y han devorado los diferentes videos que ha estrenado Sony.
Años después del último capítulo y retirado de la caza de tesoros, Drake recibe la visita de su hermano mayor, Sam, hasta ahora considerado muerto. Tras unas primeras explicaciones, el mayor de los Drake pide a Nathan que le ayude a pagar la deuda que ha contraído para regresar a casa: encontrar el inmenso tesoro de un rey pirata, el inglés Henry Avery. Así los dos parten a la caza del tesoro perdido y en busca de Libertalia, un utópico refugio pirata que se halla en lo más profundo de los bosques de Madagascar.
De este modo, el juego nos invita a embarcarnos en un viaje alrededor del globo por islas selváticas, grandes ciudades y nevados picos montañosos en busca del tesoro. Todo sigue la línea marcada por la serie, aunque en esta ocasión, tras la ambientación se esconde algo que vas más allá. La trama es más compleja y se antoja bastante madura, por ejemplo, con un crecimiento del personaje natural, sin estridencias. Buena parte del mérito puede atribuirse a una configuración de diálogos muy bien elaborada donde el vínculo entre los personajes es algo más denso que el simple interés romántico o económico. Aquellos que ya conocen como se han desarrollado las dinámicas del dúo Drake y Sully en juegos anteriores, se quedarán gratamente convencidos con la incorporación de Sam como principal apoyo de Nathan y la evolución con respecto a la relación con el viejo maestro. Los hermanos son las auténticas estrellas con grandes personajes meticulosamente construidos.
La personalidad de los dos se define de manera muy diferente y se percibe con nitidez cristalina la admiración y preocupación que Nathan siente por su hermano. En algunos momentos, los diálogos nos permiten elegir entre varias opciones para contestar de forma espontánea. En realidad, esta característica no produce ninguna variación en la historia, ni decide el destino de ningún un personaje, pero cumple perfectamente con el objetivo de inyectar en el jugador más empatía por el dúo. En contrapartida, los antagonistas de la entrega no están tan bien explotados como los Drake, pero no dejan de tener un perfil muy interesante.



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