Black Desert Online
Después de mucho tiempo viendo desfilar alternativas Theme Park en el mercado de los MMO, Black Desert nos propone por fin algo diferente, con unos gráficos de ensueño.
en algún punto del camino, ese sueño cambió. Entró más gente en el género, Blizzard hizo un magnífico trabajo destilando algunos de los elementos esenciales del género y envolviendolo en un paquete de presentación irresistible. Se generó una corriente de diseño basada en el reto y los méritos, mezclándose con esos elementos anteriores, formando una fórmula explosiva que dio cabida a millones de jugadores, pero que orientó el género a la aventura constante y dirigida: misiones, mazmorras, raids por encima del comercio, las casas o la libertad e incertidumbre de poder hacer lo que quisieras. Se empezó a dibujar una clara línea divisoria: Sandbox (con Eve Online como gran y algo solitario referente), y Theme Park (asociado a todos los títulos similares a World of Warcraft). Apertura y linealidad -relativamente hablando-, frente a frente.
Siempre se ha sospechado que era en el sandbox donde estaba el verdadero potencial y que los Theme Park pecaban de parecerse demasiado unos a otros, pero aún así, el dinero estaba en WoW, por lo que la mayoría se han lanzado a ese segmento. Esas sospechas quedaron en parte respaldadas por el increíble éxito de Minecraft, que no es técnicamente un MMO pero tiene elementos compartidos y se puede considerar un hijo de ese concepto de estar en el mundo y dejar tu huella en él -especialmente en su faceta multijugador-. Pero para entonces, el género en su concepción más tradicional acumulaba varios cadáveres en el suelo, y se había alzado una nueva gallina de los huevos de oro en forma de MOBAs y juegos competitivos online.
Por eso es tan raro ponerse frente a Black Desert y encontrarse un auténtico sandbox en pleno 2016, proveniente de una tierra como Corea que no destaca precisamente por sus incursiones en este estilo. Pero aquí está, un juego completamente abierto que echa por la borda muchas de las concepciones a las que estamos acostumbrados en los últimos años en cuanto a progresión, desarrollo, diseño de misiones, niveles, comercio y crafting. Hay elementos familiares, ciertas concepciones básicas compartidas, pero la verdad es que el conocimiento previo del género puede llevar a equívocos y a unas primeras horas confusas si es tu primer sandbox (aunque los que sí tengan experiencia en esa clase de juegos tampoco lo tendrán fácil).
Parte de esto es un diseño atípico e interesante que cambiará nuestras prioridades y abrirán el abanico de posibilidades que tendremos en nuestra progresión. Pero parte de esto es también culpa del propio juego y su forma torpe de exponer las diferentes opciones, todo un maremagnum de posibilidades apiladas unas encima de otras que muchas veces no sabremos para qué sirven o cómo se utilizan hasta bastante tiempo después de haberlas encontrado por primera vez. Lo cierto es que los principios pueden ser devastadores: el comienzo de la historia es confusa, la pantalla está repleta de información que no sabemos cómo interpretar, el mapa está repleto de símbolos que nos resultan extraños y además el hablar con los NPCs no ayuda demasiado, presentándonos multitud de opciones que no sabemos cómo o en qué orden acometer.
viernes, 20 de enero de 2017
Black Desert Online analisis 2017
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