RESIDENT EVIL 7: BIOHAZARD
Capcom renueva la fe en la franquicia con una entrega sobresaliente
El pasado año, en plena celebración por el vigésimo aniversario de la franquicia de terror y acción ‘Resident Evil’, se anunciaba el desarrollo de la séptima entrega numérica de la veterana serie bajo el nombre: ‘Resident Evil 7: biohazard’. Las primeras expectativas se tornaron un tanto pesimistas. Si miramos hacia atrás, el único juego original de la franquicia lanzado en consolas actuales ha sido ‘Umbrella Corps’, el shooter competitivo basado en la marca, que finalmente resultó tal y como se esperaba, a lo que hay que sumar una deriva que arrastraba la desastrosa combinación del spin-off: ‘Revelations 2’ y la apuesta por las dinámicas de acción de ‘Resident Evil 6’, evidentemente sin contar con las remasterizaciones. Es decir, con la identidad de la serie en paradero desconocido.
Poco después, Capcom realizaba una demostración con una primera demo, que, en resumidas cuentas, dejaba patente con mucha fuerza la determinación de la serie por explorar de nuevo sus terroríficos orígenes bajo un prisma distinto, más opresivo y aterrador, permitiéndose el lujo, incluso, de realizar arriesgadas apuestas con respecto a la recién popularizada Realidad Virtual para llevar la inmersión hasta el último limite conocido. Estas directrices han dado paso a cambios radicales sobre la perspectiva en tercera persona adoptada tradicionalmente por la serie, que ahora opta por una primerísima persona, además de ciertas similitudes con otros juegos del mismo género. A partir de este momento, nos detenemos a explorar los horrores que aguardan en las tierras de los Baker y descubrimos estos, y otros cambios importantes en la franquicia. ¿Convencerá Resident Evil 7 a los seguidores de la serie?
El horror bajo una nueva perspectiva
En primera instancia, no se puede negar que la perspectiva en primera persona recuerda a ‘Outlast’ y otros juegos similares, pero esto no es necesariamente un elemento negativo. Tampoco se puede negociar la mucha distancia que existe entre lo que hemos jugado con anterioridad en la serie y lo que se ofrece en ‘biohazard, pero en líneas generales estamos ante un juego de una calidad incuestionable que mantiene muchas de las características de la franquicia. Pero esto ya ha ocurrido antes. Con ‘Resident Evil 4’ la serie cambió radicalmente su curso, y no deja de ser un extraordinario clásico.
La familia que permanece unida ...
La trama del juego es muy básica. El jugador se pone en la piel de un joven llamado Ethan Winters, el cual recibe un mensaje de Mia, su mujer desaparecida en extrañas circunstancias hace unos meses. En el mensaje indica que la busque en una granja en el estado de Louisiana. Una vez allí, la realidad le hará cuestionarse todo lo que pensaba, conocía e incluso controlaba, como su propia cordura. El principio de ‘Resident Evil 7’ es absolutamente frenético y desde el comienzo no deja de sorprender y espolear al jugador. El juego marca la hoja de ruta revelando los, de hecho, sorprendentes secretos, poco a poco, para terminar, dando el giro final. Una frescura, que por otro lado se pierde en una segunda vuelta.
Pero en términos generales la desarrolladora no solo acierta con la historia y la forma de trasladarla, además logra centrar completamente la atención del jugador en los hechos y las consecuencias locales, en lugar de dispersar la atención con una amenaza global, como sucedía en ‘Resident Evil 6’, que no permitía un nivel de inmersión remarcable. Pero en cualquier caso las referencias argumentales a algún aspecto de la franquicia y el bioterrorismo en ‘Resident Evil 7: biohazard’ se limitan al mínimo. Eso sí, se mantienen otros elementos de identidad de la saga como la exploración, la resolución de puzles y una atmósfera opresiva que se acompaña de una completa renovación de los sistemas de estilo de juego que impulsa la experiencia survival horror. Pero sí, habrá que volver a deambular entre el peligro para encontrar esa llave en forma de animal, ir y volver varias veces a las mismas habitaciones para comprobar que se nos ha pasado por alto y volver a mirar el mapa otro minuto más, buscando la solución por algún lado.